20 Al contrario, comenzando con los que estaban en Damasco, siguiendo con los que estaban en Jerusalén y en toda Judea, y luego con los no judíos, a todos les prediqué que se arrepintieran y se convirtieran a Dios, y que demostraran su arrepentimiento con sus buenas obras. 21 Solo por eso los judíos me detuvieron en el Templo y trataron de matarme. 22 Pero Dios me ha ayudado hasta hoy y así me mantengo firme, testificando a grandes y pequeños. No he dicho sino lo que los profetas y Moisés ya dijeron que sucedería:

Read full chapter

Bible Gateway Recommends